En una de nuestras primeras entradas, hablamos de Millet al abordar el tema de su magnifica obra "El Angelus", pero ahora, quiero presentaros a este artista desde un punto de vista mas general y cual es una de las principales ideas que marca sus obras y que marca su vida.
Jean-François Millet se enmarca en el posromanticismo de la pintura francesa, participante e integrante activo de la escuela de Barbizon, creada por Theodore Rousseau, que atrajo a una serie de pintores a un núcleo que conformara un arte social y singular de su tiempo.
Jean-François Millet se enmarca en el posromanticismo de la pintura francesa, participante e integrante activo de la escuela de Barbizon, creada por Theodore Rousseau, que atrajo a una serie de pintores a un núcleo que conformara un arte social y singular de su tiempo.
Compartió con Rousseau su amor por la
naturaleza y su delicadeza para expresarla y hacerla sentir en el espectador. Pareciendo
fotografías en las que el dominio del dibujo y del color impresiona y determina
la imagen y la sensación del espectador.
En palabras del propio Millet “Cuando regreso a casa por la noche, oigo
hablar entre ellos a esos grandes diablos de árboles. No los entiendo, pero
esto es culpa mía. Voilà tout!”.
La Primavera
En cuanto a sus técnicas artísticas
podemos hablar del juego entre luces y sombras, creando atardeceres,
anocheceres o amaneceres con unos tonos de color que nos envuelven de calidez. La
manera de construir el cuerpo humano, dejando abocetadas sus figuras nos indica
un abandono de la técnica romántica.
Otro de los aspectos fundamentales
que marca la obra de Millet, y nos muestra una vez su sensibilidad con el colectivo
social de su tiempo, es la cantidad de lienzos con representaciones de
campesinos trabajando en sus labores, o mujeres en sus tareas. Para él lo
primero, es el hombre, es la conciencia social y humana que inunda sus cuadros.
Según el “Es el lado humano, lo que me
interesa más en el arte… Y jamás se me presenta con cariz alegre, su alegría no
sé dónde está, no la he visto todavía… Lo más alegre que aquí he llegado a
conocer es la calma, el silencio de los bosques y los campos”
Los Gavilladores
De este modo, se aproxima a Daumier
de alguna manera en la preocupación social, pero con matices diferentes. Millet,
sacaba el sentimiento de la imagen, de lo que veía, había que pensar en quien
habitaba esas casas, en los sentimientos de las familias, en el ahogo de sus
penas y en la pesadez de su día a día, así “Pintando
un paisaje pensareis en el hombre; pintando al hombre, pensareis en el paisaje
que le rodea”.
Baudelaire
se dedicó a calificar su obra de pesimista y sombría, sin llegar nunca a
entender su sensibilidad. Las figuras de Millet, son representaciones de los
sentimientos de los campesinos del día a día de su tiempo, que sufrían la pesadumbre
del trabajo, y la dureza de ganarse día a día, el pedazo de pan que llevarse a
la boca.
“Las espigadoras”, uno de sus cuadros más famosos en el que
nos muestra una vez más a tres mujeres ataviadas con sus vestimentas de
campesinas recogiendo la cosecha, en la que sus posturas nos hablan de su
fatiga y el adivinar de sus gestos, su cansancio. Poniéndolas en un primer
plano pictórico, Millet nos muestra la otra cara de su sensibilidad, estas
mujeres, son trabajadoras, son heroínas, son la base de la sociedad por la cual
pocos tienen demasiado y muchos tienen muy poco.
Millet nos cambia el matiz de la expresión
del sentimiento en “La costurera”. LA figura de la mujer sigue siendo dura,
similar a la de una campesina, pero su rostro nos indica otro sentimiento, ahora
el trabajo no es un castigo y el gesto de su cara nos muestra la concentración en
la labor.
Ante las criticas de los que no eran capaces de comprender su arte, y mucho menos su sentimiento reivindicativo Millet contestaba que no imitaria el arte de los salones "campesino naci, y morire campesino. Quiero pintar lo que yo siento" .
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