Hoy tengo un día encaprichado y que mejor forma de saciarme
que deleitándome con un libro sobre Los
Caprichos de Goya. Así que, esta tarde de sol pero ya con el frío propio de
otoño, me he cogido un libro de la estantería de casa dedicado exclusivamente a
estos grabados.
Este libro tiene un detalle muy curioso, da a conocer los
comentarios que suscitaron en la época de Goya estos Caprichos, a través de los
manuscritos que se conservan en el Museo del Prado y en la Biblioteca Nacional
de Madrid. Dicen que algunos de los comentarios pertenecen al propio artista,
no está demostrado, pero nos muestran que el objetivo que tenía Goya con estos
dibujos se cumplió: que sus ideas se difundiesen por la población.
Me parece que estos dibujos enlazan bien con la temática de
nuestro blog, ya que nos está caricaturizando a la sociedad del momento, hace
críticas de manera generalizada e incluso de manera directa a determinados
sectores de alto rango. Él ayuda a su comprensión con un título “inocente” y luego ya cada uno que haga la interpretación que considere.
Capricho 19. Todos caerán |
En la estampa 19, ingenuamente verás a unas señoras
despellejando a unos “bichitos” un poco raros con cabeza de hombre que van
cayendo del cielo. Pero en realidad, nos está mostrando la sucesión de amantes de
la reina María Luisa, cotilleo que circulaba por toda la sociedad; la más
sonada la que mantenía con el Príncipe de la Paz, Godoy. El manuscrito que
quedó en el Museo del Prado dice así: “¡Y que no escarmienten los que van a
caer con el ejemplo de lo que han caído! Pero no hay remedio todos caerán”!
Capricho 20. Ya van desplumados |
Pero lo mejor está por venir, ya que en el capricho 20, aparecen de nuevo estos pobres
bichitos, ya despellejados, siendo golpeados a escobazos. El comentario del
manuscrito no se queda atrás, “Si se desplumaron ya, vayan fuera: que van a
venir otros.”
A mi estos caprichos me han traído a la cabeza las revistas
del corazón de hoy en día. En el siglo XIX, a falta de ellas, Goya permitía que
el pueblo se enterase de los cotilleos que recorrían la alta sociedad, porque
seguro que en esa época también interesaban las vidas de las celebrities.
Podría hacer referencia a muchísimos más, pero
entonces haría una entrada larguísima y al final la gracia se acabaría
perdiendo. Así que voy a dejar unos caprichos con el comentario que suscitaron y a
ver qué ideas os traen a la cabeza:
Capricho 27. Quien más rendido.
Manuscrito Museo del Prado: Ni uno ni otro. El es un
charlatán de amor que a todas dice lo mismo y ella está pensando en evacuar
cinco citas que tiene dadas entre las 8 y 9, y son las 7 y media.
Manuscrito Biblioteca Nacional: Un casquivano cuando solicita
a una mujer, hace con ella las mismas muecas y zalamerías que perrillo faldero.
(Duquesa de Alba y Goya).
Capricho 14. ¡Qué sacrificio!
Manuscrito Museo del Prado: Como ha de ser el novio no es de
los más apetecible, pero es rico y a costa de la libertad de una niña infeliz
se compra el socorro de una familia hambrienta. Así va el mundo.
Manuscrito Biblioteca Nacional: El vil interés obliga a los
padres a sacrificar una hija joven y hermosa casándola con un viejo jorobado, y
no falta un cura que aparente semejantes bodas.
Capricho 52. ¡Lo que puede un sastre!
Manuscrito Museo del Prado: Cuantas veces un bicho ridículo
se transforma de repente en un fantasma que no es nada y aparenta mucho. Tanto
puede la habilidad de un sastre y la bobería de quien juzga las cosas por lo
que parecen.
Manuscrito Biblioteca Nacional: La superstición general hace
que todo un pueblo se prosterne y adore con temor a un tronco cualquiera,
vestido de santo.
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