viernes, 25 de octubre de 2013

PRÁCTICA I: VISITA AL PARQUE DEL RETIRO, MADRID



Paseo por los Jardines y Estatuas del Buen Retiro

LAS ESTATUAS


·       Paseo de SERGIO COCA CRESPO


MONUMENTO A ALFONSO XII O A LA PATRIA, DE JOSÉ GRASES Y RIERA (1902):

Su segundo nombre se debe al carácter benéfico que en plena Restauración se concedía al ascenso al trono de Alfonso XII (1857-85); así como el monumento, sin duda uno de los más célebres del Retiro,  que reflejaba el esplendor de la nación española, que se abría a la modernidad y prosperidad del resto de Europa, donde la mayoría de las capitales y grandes urbes contaban con monumentos de estas características.
Precisamente, en la ciudad alemana de Coblenza, en el punto en que el Rin y el Mosa se unen en un mismo curso, se había erigido a finales del siglo XIX un monumento que honrase la unificación del Imperio Alemán en la persona del Káiser Guillermo I y gracias a la labor del Canciller Bismark (equivalentes en España a Alfonso XII y Cánovas del Castillo), y donde se aprecia la misma tipología monumental del Retiro: reflejándose en el agua y amparado por un telón de árboles, al monumento se accede por un escalera que conduce hasta el gran pedestal sobre el que se yergue la estatua ecuestre del monarca; todo encuadrado por uno o varios tramos de columnata que describen un arco que crea una escenografía monumental y "grandiosa", como señalaron Enrique Mª Rapullés y Mariano Jalvo.
    
Pero aquí se trata de hablar de las esculturas que ornan el monumento madrileño, especialmente las situadas en el alto pedestal antes citado, y que, emplazado sobre una cripta, adopta una planta cruciforme, en cuyos brazos norte y sur, a la altura del primer cuerpo, se hallan las alegorías escultóricas de la Libertad y del Progreso. Sobre ellas un segundo cuerpo también cruciforme tiene los ángulos decorados por escudos en bronce de las Órdenes militares y condecoraciones con más solera de nuestro país, mientras que en el frente del monumento, mirando al Oeste, aparece la personificación de la Paz que trae el reinado de Alfonso XII. Si continuamos ascendiendo se pasa por una serie de relieves que muestran las cuatro virtudes cardinales que adornan al buen gobierno del rey; representado a caballo sobre un pedestal de bronce, con la espada desenvainada pero en actitud serena, lo que hace pensar en la estatua ecuestre de Marco Aurelio en el Capitolio de Roma.





MONUMENTO AL GENERAL MARTÍNEZ CAMPOS, DE MARIANO BEINLLURE (1907): 

El monumento a Alfonso XII en el Retiro no puede disociarse del que fue erigido unos años más tarde para honrar a uno de los artífices de su ascenso al trono y uno de los partidarios más acérrimos de la Restauración: el General Arsenio Martínez Campos (1831-1900), promotor del pronunciamiento de Sagunto de 1874 y pacificador de Cuba en 1878, quien sirvió a su país y a la monarquía con valor y entereza, tal y como reza la inscripción del pedestal en piedra sin tallar: "Modelo de patriotas y soldados". De esta manera, como personaje estrechamente vinculado a Alfonso XII y a la Restauración, su monumento se halla en el mismo eje que el de su rey, dando la espalda al Estanque del parque.
La escultura ecuestre del general, realizada en bronce, muestra a un hombre en atuendo militar, ya entrado en años pero aún con un porte digno y respetable, a cuyos pies se amontona un amasijo de elementos trabajados en bronce que no son sino una alusión a sus victorias, y a los botines se cosechan en éstas.





GRUPO ESCULTÓRICO DE PONCE DE LEÓN, DE JULIO ANTONIO (1920):

Desde principios del siglo XX se acometió la tarea de decorar los rincones, jardines y paseos del Retiro con estatuas, grandes o pequeñas, que dotaran de mayor enjundia al Parque madrileño. De entre estas esculturas destacan las que podríamos llamar de los "próceres", es decir, personajes de la historia de España que se distinguieron por sus gestas y contribuciones a su país. Tal es el caso del monje benedictino Pedro Ponce de León (1520-84), creador del primer método de comunicación para los sordomudos, para quienes trató de conquistar la igualdad de oportunidades respecto al resto de la población.
Es por ello que en este grupo escultórico, de modestas proporciones y trabajado exclusivamente en piedra, se muestra a Ponce de León sentado, instruyendo a un niño al que atrae hacia él con un ademán paternal; una escena recatada y desprovista de majestuosidad, pero desde luego llena de trascendencia histórica. El tallado de la piedra muestra sólo los detalles necesarios para comprender la escena y sus personajes.

 

·       Paseo de PAULA Mª ETCHECHOURY PÉREZ


UN PASEO DE LA FAMA MADE IN SPAIN Y UN VISITANTE INESPERADO
El Parque del Buen Retiro de Madrid se ha ido convirtiendo con los años de forma improvisada en un Paseo de la Fama a la española. A partir del siglo XIX, se han ido colocando en sus calles y paseos estatuas y bustos de lo más diversos, en homenaje sobre todo a personajes considerados de importancia para la historia de Madrid, aunque también encontramos monumentos a figuras de importancia a nivel nacional. Dichas obras son numerosísimas, y aquí solamente me ocuparé de dos de ellas: el monumento a Fray Pedro Ponce de León y el del doctor Pulido; a continuación y para finalizar, nos ocuparemos de la famosa fuente del Ángel Caído.

FRAY PEDRO PONCE DE LEÓN

Fray Pedro Ponce de León (antes de 1508-1584) es uno de estos personajes recordados a ámbito nacional (bueno, mejor dicho de interés nacional, porque si somos francos de recordado poco, aunque al menos lo suficiente como para tener un monumento). Se trata de un religioso que encontró tiempo en sus ratos libres para dedicarse a la pedagogía y la logopedia y hacer los primeros pinitos que se recuerden (y digo que se recuerden, porque se le anticipó Fray Domingo de Zaldo, pero de él sí que no se acordó nadie), en la educación de niños sordos. La estatua fue colocada por la asociación de sordomudos en el año 1920; la obra corrió a cargo del escultor Manuel Iglesias Recio, y representa a Fray Luis sentado enseñando a uno de sus niños sordos ataviados a la moda renacentista.


DOCTOR PULIDO

 A nuestro siguiente invitado, Ángel Pulido Fernández (1852-1932), lo vemos aquí representado en un busto que no es el original que Miguel Blay realizó en 1909, sino en una copia que su familia (en poder de la cual permanece el busto original) cedió amablemente, y al que vemos muy bien acompañado por una mujer y un niño que le homenajean, realizada en 1954 por Antonio Cruz Collado. Este señor fue un madrileño curioso, pues siendo médico, senador y un ferviente católico en una España no precisamente muy tolerante en estos momentos, al entrar en contacto con comunidades sefarditas dispersas por los países del Danubio (descendientes de esas que en su día echamos) , con razón de un viaje realizado a Viena, quedó tan fascinado (¿o quizá remordimiento?), que le dio en adelante por intentar atraer de nuevo a dichas comunidades  a la cultura española, a través de fomentar entre ellas el castellano, actividad que podríamos equiparar de forma muy elemental con la que hoy realiza el Instituto Cervantes; y esta es la razón por la que los madrileños juzgaron que merecía su particular sitio en este Paseo de la Fama madrileño, por su esfuerzo en intentar sumergir de nuevo a estas comunidades judías, antaño españolas, en la cultura de nuestra patria.


EL ÁNGEL CAÍDO 

Y tras este brevísimo vistazo a nuestro particular Paseo de la Fama, llegamos a un visitante imprevisto que llegó caído del Cielo para quedarse: el llamado Ángel Caído, una escultura que corona la fuente a la que da nombre, para mí, la mejor escultura de todo el Parque del Buen Retiro, si bien también la más inquietante.
Esta fantástica obra de decoración (aunque, ciertamente, atípica para un parque público), es obra de Bellver, bajo la dirección técnica de Urioste, y está inspirada en el canto I de la obra El Paraíso perdido, de Milton; representa a Lucifer expulsado del Cielo, que nos brinda una magnífica expresión de terror, acompañado de un tremendo dinamismo que nos hace creer que cae de verdad.  La escultura, ganadora de la primera medalla en la Exposición Internacional de 1878, llegó en medio de polémicas, como no podía ser de otra manera, a su actual ubicación el 31 de octubre de 1879, gracias al empeño del duque de Fernán Núñez, a quien le debía de gustar sobremanera la estatua, y este infeliz visitante llegó para quedarse, dándole un toque misterioso genial a este lugar de descanso madrileño.


·        Paseo de IRENE ISABEL FERNÁNDEZ



Las tres esculturas colocadas en el Retiro del siglo XIX que he elegido, son junto con otras muchas, monumentos que no dejan de reflejar aspectos de la sociedad de este siglo.
El primer monumento en el que nos podemos recrear en el parque del Buen Retiro, es el erigido al doctor infantil Mariano Benavente González, personaje considerado como un pionero en la pediatría española actual. Esta estatua fue obra de Ramón Subirat y Codorniu, en mármol de carrara y levantada por petición del pueblo en 1886 en honor a él por sus trabajos en la dirección de la Inclusa. Esta institución era de carácter benéfico y su labor era recoger a los bebes de aquellos hogares que no podían mantenerlos. Su lema de trabajo siempre fue “medicación sencilla y amor materno devuelven la salud al niño enfermo”.  
Destaca además, las condiciones higiénicas que se mantenían gracias a él, ya que usaba pomadas para el cuidado de los ojos de bebe a base de Nitrato Argentico, mientras que en otros lugares de Europa no era de uso obligatorio, hecho que le extraño cuando se manifestó esto en el congreso Munich. A pesar de esta acción, la mortandad infantil en  la España del momento superaba el 60%.
La situación original del monumento en el Retiro, era en el centro del Parterre, pero se desplazó para poner en su lugar el de su hijo, el premio Nobel Jacinto Benavente.


A continuación, hablaremos de la estatua a Juan Van Halen, defensor acérrimo del reinado de Fernando VII y también participo en el reinado de Isabel II. Destaca, este militar gaditano de raíces belgas, por su participación en la Guerra de la Independencia de 1808. Este busto, fue obra de Guillermo de Geof en 1846, aunque llego al Parque del Buen Retiro bastante más tarde como homenaje a él mismo, en el 1996.
En cuanto a su participacion en la Guerra de la Independencia, se sabe que participo activamente en el llamado Alzamiento de Lavapiés, junto con José Hezeta en mayo de 1808. Por desgracia, fue capturado en Galicia, donde presto servicio a José I Bonaparte. Entre sus hazañas, destaca que combatió en Alemania y formó parte del Estado Mayor del mariscal Luis Gabriel Suchet.
Cuando volvió a España, para impedir que fuera detenido, proporciono al estado unas ordenes falsificadas al ejercito Francés para que el bando español pudiera tomar Mequinenza en Zaragoza, Monzón en Huesca, y Lérida. Además, ascendió a capitán de caballería en el Regimiento de Cazadores de Madrid.
Dentro de su azarosa vida, nos encontramos con varios arrestos y liberaciones por parte de ambos bandos, escapando de prisión en algunas ocasiones, e incluso exiliándose en Rusia junto al zar Alejandro I. Se saben muchos datos sobre su carrera militar y en todas las batallas que participo y todos los cargos que obtuvo, gracias a Pio Baroja que escribió una biografía muy detallada de la vida de este militar.


Por último, y no menos importante, vamos a hablar de una de las obras escultóricas más famosas y monumentales del Parque del Buen Retiro. Nos estamos refiriendo a la escultura que remata la fuente del Ángel Caído, dándola ese nombre por la propia figura. Esta obra, cargada de expresividad, sobre todo en el gesto del personaje, nos muestra al demonio en el momento que le expulsan del Paraíso. Realizada en bronce, de la mano de Ricardo Bellver en 1879, recibió el premio con Medalla de Oro en la Exposición Nacional.
La columna hexagonal sobre la que se asienta la estatua es obra de Jareño, en cuya base se sitúan otras esculturas de carácter demoniaco que expulsan agua de sus obras a un pilón de la misma forma.
Antes de que este monumento –considerados uno de los más increíbles en todo el mundo dedicado a este personaje- estuviera en este lugar, antes se encontraba la ermita de San Antonio de los Portugueses, de la época de Felipe IV. Más tarde, en el lugar de la ermita, se situaría la fábrica de porcelanas del Buen Retiro, mandada construir por Carlos III y destruida por los franceses. En el lugar de la fábrica será Fernando VII quien ponga “la fuente de la China” que hacía referencia a la fábrica anterior.
Fue el arquitecto municipal madrileño, José Urioste y Velada quien ordeno en 1886 que se situara el Ángel Caído en este emplazamiento.



                      
LOS JARDINES


·        Paseo de ALBA HERNÁNDEZ MARTÍN-ROMO


BOSQUE DEL RECUERDO

Es uno de los jardines que forman el Parque del Buen Retiro de Madrid, el cual fue fundado el 11 de marzo del 2005 en conmemoración a las víctimas del atentado terrorista ocurrido justo un año antes, 11 de marzo del 2004, en los trenes de cercanías.
El Bosque del Recuerdo está formado por 192 cipreses y olivos, uno por cada fallecido en el atentado, y consta de 118 hectáreas.
El entorno se ajardina con parterres delimitados por setos con alienaciones de arbolado de sombra y mobiliario urbano con el fin de crear zonas estanciales.




JARDINES DEL PARTERRE

Es un jardín de estilo francés, mandado construir por Felipe V, situado encima del antiguo jardín ochavado, el cual fue mandado construir por Felipe IV. El jardín está creado para poder verse a cierta altura ya que simula un tapiz. Tiene una forma rectangular, con un pasillo central del cual sobresale un ábside semicircular, hecho que puede recordar a una catedral gótica. 
Los árboles que componen este jardín, se podan estableciendo formas geométricas, respetando una simetría, integrándose, de este modo, perfectamente en la decoración. 
Fernando VII, como consecuencia de la tala de árboles por parte de las tropas francesas, tuvo que remodelar el jardín. Más tarde, su hija la reina Isabel II, da una forma mas homogénea al jardín quitando los desniveles, poniendo muros de contención; pone una fuente de piedra caliza con una balasutrada que permite ver el jardín desde arriba. 
En este jardín se encuantra el árbol más antiguo de Madrid, un ciprés traído desde México hará unos cuatrocientos años.


LA ROSALEDA
 
Es uno de los jardines más característicos del Retiro. Fue diseñado por el Jardinero Mayor Cecilio Rodríguez en torno al año 1915 alrededor del invernadero que fue cedido al Ayuntamiento a finales del siglo XIX por el Marqués de Salamanca. La idea de este proyecto fue del alcalde del momento Carlos Prast, tomando como modelo las rosaledas de muchos de los más importantes parques de la Europa del momento.
La Rosaleda tiene una superficie de 0,8 hectáreas aproximadamente y está situada al sur del parque. Tiene una forma elíptica y consta de dos fuentes y una plataforma central situada donde estaba el antiguo invernadero.
La Rosaleda ha sufrido a lo largo de su historia varias remodelaciones, sobre todo para sustituir los rosales y setos antiguos así como para rehabilitar las fuentes y las diferentes ornamentaciones que conforman el jardín.


·        Paseo de CARMELA SOLDEVILLA ELDUAYEN


Conocer los jardines del Buen Retiro de Madrid significa adentrarse en una larga historia que se remonta al siglo XVII con el reinado de Felipe IV quien lo crea como lugar de recreo para la casa de Austria.
Estos jardines han sufrido importantes transformaciones o se han erigido nuevos donde antes había otros elementos. En los jardines diseñados y elaborados en el siglo XX he centrado mi ruta por el Retiro de Madrid, aquellos  que hoy podemos contemplar de la misma manera que hicieron sus creadores: Los Jardines de Cecilio Rodríguez, La Rosaleda (mérito de Cecilio) y los Jardines de Herrero Palacios.
Para acceder a  los Jardines de Cecilio Rodríguez, deberemos acceder por la Puerta de Herrero Palacios o La Puerta de Granada, las cuales se comunican con la Avenida de Menéndez Pelayo. Estos jardines fueron restaurados por Cecilio Rodríguez tras la Guerra Civil. Él era el jefe de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid, por lo que no solo acarreó con la tarea de embellecer de nuevo el Retiro sino todos los jardines de la capital.
Estos jardines son una prolongación de los de Herrero Palacios, de los que hablaremos a continuación. Están diseñados con una precisa regularidad: un paseo central recto con losetas ajedrezadas, flanqueado por  los parterres, tan tradicionales en el Retiro y que cobijan distintos estanques.
Estos bellísimos jardines destacan por los distintos tipos de árboles y flores que alberga: los pinos piñoneros; cipreses; arbustos japoneses de forma esférica que combinan el color verde y el amarillo; plantas acuáticas de distintos aspectos, como el lirio de agua, o un gran olmo, tipo de árbol antes muy típico en el Retiro. No podemos olvidar las curiosas columnas toscanas de granito, que llevan ahí desde los años 30 del siglo XX o los distintos pabellones. Los  jardines de Cecilio Rodríguez son tan valorados y cuidados que hasta marzo de 2010 se cerraba su acceso los sábados y domingos.


Los Jardines de Herrero Palacios se corresponden con el antiguo recinto de la Casa de las Fieras. Esta casa era el antiguo zoológico de Madrid y comenzó siendo uno de los “Caprichos” de Fernando VII. En un principio sería un zoo únicamente para el disfrute de la Casa Real, hasta que en 1868 se abre al público.
En 1918 se le encomienda a Cecilio Rodríguez la reestructuración de La Casa de las Fieras: amplia las jaulas, modifica la entrada, la jardinería, etc. Pero con la Guerra Civil se queda prácticamente vacío, muchos animales murieron por la falta de presupuesto para mantenerlo.
Tras la contienda se comenzó el arreglo de los bancos, jaulas y suelos, hasta que en el año 1982 se trasladó el zoológico a la Casa de Campo y pasó a llamarse Jardines de Herrero Palacios en honor al que era jardinero Mayor en esos años. Actualmente es un jardín geométrico, formado por un paseo central y dos laterales, dotado de cipreses recortados, laureles, tejos, moreras, madroños.  Todo se completa con algún adorno del antiguo zoológico, algunas jaulas, estanques, esculturas de animales o la zona octogonal de los monos.


Y por última hacer referencia a uno de los recintos más destacables del Retiro de Madrid, La Rosaleda, realizada por Cecilio Rodríguez en 1915. Este bello jardín de planta elíptica, limitado por setos recortados y rodeado por un bosque de árboles, representa el objetivo del alcalde don Carlos Prat de crear el tipo de jardín ya existente en París o Roma para exhibir rosas. Cecilio Rodríguez compró 12000 rosas de 350 especies diferentes, pero con la Guerra Civil todo quedo destruido hasta los cimientos.
En 1941 comenzó su remodelación: la antigua estufa del Marqués de Salamanca, ubicada en el centro, fue sustituida por un estanque; se dispusieron varias pérgolas y se arreglaron fuentes y bancos;  pero había muchas menos rosas y  faltaba la disposición botánica y el carácter expositivo para poder presentarse al concurso de rosas. Por ello, en 1956 se creó en el Parque del Oeste una nueva Rosaleda para que se pudiese celebrar el concurso y desde entonces se realiza todos los años en el mismo lugar.



BIBLIOGRAFÍA

Para el paseo de Sergio Coca Crespo:

ARIZA, C., Los jardines del Buen Retiro parte II, Madrid, Lunwerg ed., Ayuntamiento de Madrid área de Medio Ambiente.

Para el paseo de Paula Mª Etchechoury:

GARCÍA, J.L., El Parque del Buen Retiro, España, 2011.
MÉLIDA, J., Biografía del Buen Retiro, Ed. Libros y Revistas, Madrid, 1946.
REYERO, C.,“El Ángel Caído”, Enciclopedia Online del Museo del Prado (www.museodelprado.es).

 Para el paseo de Irene Isabel Fernández:

Toda la información recogida de estas tres esculturas del siglo XIX en el Parque del Buen Retiro, han sido recogidas de la página web oficial de la misma: http://www.paseapormadrid.com/ .

Para el paseo de Alba Hernández Martín-Romo:

La información sacada para realizar este trabajo se encuentra en las siguientes páginas web:
http://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/Rosaleda-de-los-Jardines-de-El-Buen-Retiro?vgnextfmt=default&vgnextoid=153f1c750de60310VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=1ccd566813946010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD&idioma=es&idiomaPrevio=es
http://www.paseapormadrid.com/rutas_guiadas/retiro/punto24.asp
http://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/Bosque-del-Recuerdo?vgnextfmt=default&vgnextoid=4b6aae7cb2e4f010VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=1ccd566813946010VgnVCM100000dc0ca8c0RCRD&idioma=es&idiomaPrevio=es&rmEspecial=a441a85b4a6d5110VgnVCM2000000c205a0aRCRD&rmCapitulo=a8b7f8667d6d5110VgnVCM1000000b205a0aRCRD


Para el paseo de Carmela Soldevilla Elduayen:

ARIZA, C., Los jardines del Buen Retiro parte II, Madrid, Lunwerg ed., Ayuntamiento de Madrid área de Medio Ambiente.
 El Retiro y Yo http://elretiroyyo.com/cecilio/cecilio.html
Pasea por Madrid http://www.paseapormadrid.com/rutas_guiadas/retiro/Punto41.asp